jueves, 18 de mayo de 2017

EL MOMENTO #SOCIALMEDIA DE INTERNET. Los cambios en el Marketing, los Mass Media y las Relaciones Humanas.





Cambia, todo cambia, también el internet y a su vez el internet, cuando llegó, transformó la comunicación, sus medios y mediaciones, transformó el marketing con la multimedia, nos transformó como sociedad, mucho más en Web 2.0 y las Redes Sociales o "Social Media".

Las redes sociales han revolucionado la forma de comunicarse; de los amigos contados con los dedos de una mano se ha pasado en muy poco tiempo a tener cientos, a los que la mayoría de las veces nunca se ha dado un abrazo. Estas estructuras de contacto acercan y alejan. Permiten comunicarse a cualquier hora del día con cualquier persona, aunque viva a una distancia kilométrica, pero también pueden aislar a las que están más cerca.



La conversión de Internet en la principal puerta de acceso al conocimiento, a la información y al entretenimiento despierta una enorme cascada de interrogantes sobre la función y el camino a seguir por los medios tradicionales, cuyos contenidos compiten con otros nuevos sistemas de información. A los medios tradicionales se les considera ejes centrales de la mediación social, de la difusión de información, de la propagación de conocimiento y del impulso democrático. Su trascendencia es incuestionable, hasta el punto de caracterizar lo que desde hace casi un siglo se denomina como sociedad mediática de masas. ¿La incorporación de las redes sociales, consideradas como nuevos medios, enriquece y mejora el menú mediático? De entrada, el nuevo escenario, mediático o postmediático, a pesar de su ampliación y apertura, no deja de provocar también otras muchas inquietudes e incertidumbres.

Los avances de las tecnologías de la información y de la comunicación han incorporado nuevas herramientas y formas de intermediación e interactividad que están reconfigurando el espacio mediático. Esas relaciones y redes sociales o profesionales establecidas y desarrolladas a través de Internet nos sitúan ante una nueva fase, que algunos califican como postmediática, de una sociedad de servicios aún mucho más acelerada y en la que la atención aparece más segmentada, personalizada, instantánea, diluida, convergente, transparente, flexible, liviana, conversacional, interconectada y abocada a la colaboración, participación y trivialización. Las relaciones de los públicos con los medios están cambiando: crece la fragmentación y se diluye la mediación.


La libertad de expresión constituye uno de los elementos fundamentales para la existencia de la democracia, y dentro de su conformación cobra especial preponderancia el derecho a la información, que comprende a su vez un conglomerado de derechos dentro de una doble vertiente: desde el punto de vista de la capacidad de emitir informaciones, así como desde la perspectiva del derecho de los ciudadanos a recibir información sobre los temas de su interés. Su importancia deviene, por lo demás, del hecho de que constituye un derecho que facilita el ejercicio de otros derechos. El advenimiento de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones ha comportado cambios relevantes en las formas como las personas perciben y difunden informaciones, lo cual ha traído un particular punto de inflexión, con la masificación del uso de las redes sociales en Internet, hoy convertidas en una de los principales formas de vinculación, comunicación y lógicamente de información interpersonal.

La catedrática española, radicada en Ecuador, Palmira Chavero considera que si bien las redes sociales han roto el monopolio de los grandes medios convencionales, acercando a los ciudadanos al poder y tienen un innegable poder de movilización, sin embargo, el problema es identificar quienes están detrás de los rumores.

“Es innegable la idea del rumor, por supuesto: tú lanzas un rumor en redes sociales y el problema es que ahí queda. El problema con las redes sociales es identificar la veracidad de la información y quién está detrás. El día de hoy es muy fácil comprar seguidores en Twitter, eso también desvirtúa el poder de las redes sociales”, dijo.


La investigadora Esther Solano, catedrática de la Universidad de Sao Paulo, coincide en reconocer el factor de movilización de las redes sociales, pero señala que el carácter negativo de estas es la simplificación del debate político y su utilización como medio para difundir rumores.  “Todo el mundo difunde titulares sin saber si son verdad o si se tratan de rumores. La gente va compartiendo todo eso y no tiene tiempo para hacer una verdadera reflexión.

“Las redes sociales son guetos ideológicos, pues los amigos que tenemos allí suelen ser los que piensan parecido a nosotros. Así que en lugar de discutir e intercambiar ideas, te encuevas dentro de tus propias ideas y en el círculo de los que piensan igual que tú, y el debate no avanza. Cuando sí hay debate, viene cargado de odio. Aunque sean una plataforma política, las redes sociales desgraciadamente tienen esta característica: empobrecen las discusiones y las hacen muy polarizadas”, dijo Solano a la agencia pública brasileña EBC.

Valeria Puga, master en Ciencias Internacionales por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) y licenciada en Comunicación Social por la Universidad Central del Ecuador, sostuvo que una de las características de las élites de la región es operar a través de los medios de comunicación y deslegitimar la variable del conflicto, necesario como una disputa política del pueblo frente a una historia de vejación.



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